Una Palabra Oportuna No. 1025

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Espiritualidad. Martes 06 de abril de 2021.

Por Antonio Pérez Esclarín.

El triunfo del inocente

Sería incoherente y hasta cínico, celebrar la Resurrección y mantener la conducta, los antivalores y formas de vida de los que lo crucificaron. Si nuestras vidas se guían por la ambición, por las ansias de poder o de tener, por el rencor y el odio, estamos con los que crucificaron a Jesús y hoy siguen ocasionando sufrimiento y muerte a millones de víctimas inocentes.

Tampoco podemos olvidar que Dios no resucitó a cualquiera, resucitó a un inocente, a un crucificado. Resucitó a alguien que se solidarizó con todas las víctimas de la violencia, de la impunidad, de los jueces complacientes, de los corruptos, de los que utilizan el poder para aplastar y dominar.

La Resurrección de Jesús es pues, la Resurrección de una víctima, esta es la gran noticia. Dios se nos revela en Jesucristo como el Dios de las víctimas, los que son perseguidos, golpeados y encarcelados injustamente, han de saber  que no están hundidos en el desamparo. Los verdugos, deben saber que Dios no está con ellos y que en cualquier víctima inocente están golpeando al mismo Dios.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.