Oración de la mañana. Domingo 10 de octubre de 2021.
Por Mireya Escalante.
Cuál es mi atadura. (Marcos 10,17-27)
La lectura de hoy es muy conocida, tanto que la despachamos muy rápido, pensando que no somos tan ricos para ser detenidos en el ojo de una aguja.
Al leerla, pensé en otro rico, Zaqueo, que ante el mismo llamado de Jesús, lo siguió y con generosidad distribuyó su riqueza. El mensaje es entonces, la actitud. Este joven estaba demasiado atado a lo que tenía.
Hoy también Jesús nos llama y nos encontramos en el mismo dilema, aunque en este país con más del 90% de pobreza, no hay muchos que sean tan ricos.
No pensemos en dinero, si no por ejemplo en el tiempo, es nuestra posesión y a veces, no somos capaces de ceder un poco, para dedicársela a Él, que nos pide que lo sigamos, para conocerlo y conversar con Él, porque no estamos dispuestos a dárselo. O cuando el otro, el hermano, nos demanda a veces simplemente para oírlo, para que le dediquemos un tiempo, no solemos encontrarlo, estamos igual que el joven atados a esa riqueza.
Pidámosle al que hace todo posible, que nos liberemos de nuestras ataduras, para caminar a su lado y vivir la salvación.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.