Oración de la noche. Domingo 05 de diciembre de 2021.
Por Herlinda Gamboa. Narra Marco Vinicio Martínez.
En el segundo domingo de Adviento
Señor Jesús, tu voz sobre Juan vino en el “desierto”. Allí, lejos del murmullo de la gente, Juan se encontró contigo. Hoy necesitamos recuperar nuestro derecho a la soledad, al silencio, a nuestra vida interior. «Voz del que grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos; los valles serán rellenados, los montes y colinas serán rebajados; lo torcido será enderezado, lo escabroso será camino llano. El verdadero Dios es un Dios que habla. «Has hablado hace tiempo, de muchas maneras…por los profetas, hoy nos sigues hablando».
Tu Palabra debe penetrar no sólo las personas, también las estructuras. Se trata de una fuerza salvífica capaz de “allanar senderos, rellenar valles, rebajar montañas”. Nos llamas a preparar tus caminos y allanar nuestros senderos. Como Dios y Salvador, Tú sales a nuestro encuentro. Vienes cargado de abrazos, flores y vestidos nuevos. Solo deseas, que volvamos del destierro, que rompamos las cadenas y venzamos nuestros miedos.
La luz de la salvación viene con tu Nacimiento. Eres, Señor, hecho Niño, el Salvador de tu Pueblo. Cambia en floridos jardines nuestros áridos desiertos. Siembra semillas de paz y de amor en nuestros huertos. Ven, Señor, que te esperamos. ¡Ven no tardes tanto!
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.