Una Palabra Oportuna No. 1577

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palabra

Oración de la mañana. Viernes 04 de febrero de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en camino de conversión

Señor Jesús,  impresiona el Evangelio. Aquel Juan del que tú dijiste que “entre los nacidos de mujer no había nadie más grande” es capaz de ir a la cárcel por ser profeta, por denunciar el pecado. Él estaba en la cárcel, y la Palabra de Dios no estaba encadenada. Te pedimos la valentía de decir siempre la verdad, aunque el precio que debemos pagar sea alto. Juan es tu precursor, prepara, en su destino de muerte, el camino del Mesías. El mismo Herodes los ha relacionado. Corres también el riesgo de ser asesinado.

Es conmovedor comprobar que, mientras los doce proclaman el reino de Dios, muere Juan víctima de su propio mensaje. Es un aviso para navegantes: si queremos ser profetas, ser  tus discípulos, hay que estar dispuestos a seguirte hasta el final, sabiendo que ese final no es la muerte sino la Resurrección y la Vida. Profeta es aquel que pone en el peso de la balanza no las palabras sino el peso de la vida. “La cabeza de Juan tenía más razón sobre la bandeja que cuando estaba en su cuello”.

Todos los días escuchamos tu palabra, la meditamos, la disfrutamos. Hoy, ante el testimonio de Juan que prefiere guardar silencio y estar encadenado a causa de ser fiel a esa palabra, nos preguntamos: ¿qué clase de cristianos somos? ¿Nos limitamos solamente a escuchar tu palabra?  Necesitamos tu fuerza para testificar con coherencia lo que dicen las palabras.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.