Una Palabra Oportuna No. 1663

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Oración de la mañana. Sábado 19 de marzo de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza en la solemnidad de San José

Señor Jesús, nuestro café en este amanecer tiene un sabor muy especial. Nos acompaña la presencia discreta, serena y bondadosa de San José, no sabemos mucho de cómo fue su vida desde el momento en que el ángel le advirtió en sueños que todo lo que ocurría era parte del plan de Dios. Solo que descendía de la familia de David y bajó a Belén para inscribirse en el censo; que tuvo que huir con María y contigo a Egipto;  y estando en Nazaret, vivió el angustioso episodio de tu pérdida y hallazgo en el Templo.

Ignoramos cómo eran sus oraciones, qué pensaba, qué sentía, de qué hablaba con María cuando se quedaban a solas… Nada. Silencio absoluto. Creemos que su secreto está en: dejar a Dios ser Dios a la manera de Dios. Compartiendo nuestro café le preguntamos y nos preguntamos cuántas veces, en las distintas situaciones difíciles que pasaron como familia, en las incertidumbres y las dudas, en el no entendimiento de cómo había ocurrido todo, te llegó a reclamar que actuaras así, permitiendo la pobreza, el dolor, la persecución.

Así como tantas veces lo hacemos nosotros contigo, que ponemos a prueba tu ser condicionándolo a nuestros esquemas. San José supo entender que a Dios hay que dejarle ser, abandonarse en sus manos, dejarse hacer,  encomendarse y poner toda la confianza en quien ya primero confió en nosotros. Por eso José es el hombre obediente, no porque se someta, sino porque confía.

Comprendió y aceptó que contigo todo es pregunta y, a veces, también respuesta. Sin Dios, todo es pregunta sin sentido, lanzada al aire sin orden ni concierto, ruidosa y vacía a la vez. Y nunca, nunca tiene respuesta. San José intercede por nuestra humanidad, sedienta de justicia y paz.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.