Oración de la mañana. Lunes 21 de marzo de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, vuelves a tu tierra, Nazaret, y en la sinagoga, nos regalas este trozo del profeta Isaías: “El Espíritu de Dios está sobre mí…” y nos confirmas que la profecía se ha cumplido en ti, eres testigo de cómo la aparente sorpresa y admiración del principio, se torna indiferencia y crítica, ¿cómo era posible que el que habían conocido desde niño, y su familia vivía entre ellos, se había convertido en maestro y realizaba cosas sorprendentes?
Es lo que hace que les eches en cara que “nadie es profeta en su tierra” y les recuerdes el milagro de Elías a la viuda de Sarepta y la curación de Naamán el sirio, por parte de Eliseo, lo que desató la furia de tus paisanos, queriendo, incluso, matarte, te abres paso entre ellos y te alejas. ¡Cuánto nos cuesta reconocer las virtudes de los demás!, sin embargo, que fácil nos resulta el pregonar y difundir sus posibles defectos y agrandarlos. ¡Nos cuesta tanto valorar al prójimo…! Y si es muy cercano a nosotros más. Nos duele que alguien pueda destacar por encima de nosotros y pueda dejar en evidencia nuestra mediocridad.
Nos pides un ejercicio de humildad, olvidarnos de nuestro “ego”, abrirnos a la escucha de la Palabra de Dios y seguir el camino que nos marcas, y conseguir ser capaces de reconocer los méritos de cada uno, olvidándonos de nuestro egoísmo. ¿Estamos dispuestos a “reiniciarnos” y recuperar nuestra confianza en Dios? ¿Renunciaríamos a criticar a los otros para insistir más en la escucha de la Palabra de Dios? ¿Nos atrae el ser profetas para los demás?
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.