Oración de la noche. Domingo 27 de marzo de 2022.
Por José Francisco Aranguren, SJ.
Padre nuestro misericordioso, en este momento quiero habitar en tu presencia, hacer silencio y hablar contigo.
Miro a mi alrededor y agradezco por estar vivo, por respirar, por poder estar aquí, ante ti, viendo tu presencia en mi semana.
Voy hacia atrás y recuerdo la oración de la semana pasada. Te pedía tu gracia para estos días y me la diste. Recuerdo los momentos en los que te vi presente y agradezco por ello en silencio…
Busco ahora los momentos de mi semana en los que pudiste estar presente. Me acerco a mi vida desde ti, desde tu mirada y busco allí otras huellas de tu presencia. Si aparece algo lo tomo y agradezco.
Veo ahora el evangelio de hoy, veo el gran corazón de Padre que tienes y cómo me miras. Esperas en mí y me buscas cada mañana. Quiero reencontrarme con ese Dios misericordioso como tú, Padre. Dame la gracia para encontrarme contigo durante esta semana que apenas comienza. Quiero vivir contigo y te pido que vivas en mí. Dame tu amor y tu gracia. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.