Oración de la mañana. Lunes 04 de abril de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en camino de conversión
Señor Jesús, te proclamas como Luz del mundo, sabemos que tenerla en nuestra vida es muy necesario. Eres el único capaz de ir disipando las tinieblas; quien puede dar sentido a nuestros anhelos y esperanzas, el que puede calmar todas las sed que se nos presentan, que responde a tantos interrogantes y necesidades de felicidad y plenitud que todo corazón humano esconde. Con frecuencia nos sentimos débiles, perdidos en un mundo en el que predominan las malas noticias, donde hay tinieblas que no nos dejan ver con claridad el camino.
Entonces aparece la Luz, y nos ofrece su brillo, para que sepamos hacia dónde ir. Y nos invitas a seguirla, como personas, y juntos, como Iglesia. A la luz del evangelio de hoy, nos podemos preguntar: ¿Eres realmente luz del mundo, luz de mi vida? ¿Quién ilumina el corazón, los proyectos, las actitudes, o me dejo encandilar por luces que me paralizan o deslumbran? “En medio de la tiniebla… se enciende una risa que despide el invierno de penas y fríos. Se prenden hogueras que reavivan los cuerpos entumecidos.
Una palabra tierna rompe el silencio opresivo y el diálogo brota al fin, a borbotones. Arde una lámpara que vacía las sombras de fantasmas y miedos. Dos amigos sellan la paz con un beso, y acaban con años de rencor y heridas. En una mesa bien provista nadie queda fuera. Somos risa y fuego, palabra y lámpara, beso y mesa, luz del mundo, hermanos, nacidos para iluminar la tierra”.
A veces nos pesa demasiado la responsabilidad, nos sentimos incapaces… Para seguirte y vivir el Evangelio, solo tenemos que dejar que nuestro barro frágil se llene de Tu palabra, que su luz ilumine nuestra fragilidad, para que así brille en nuestro mundo la esperanza.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.