Una Palabra Oportuna No. 1713

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Oración de la mañana.  Miércoles Santo 13 de abril de 2022.

Por Alexander Medina

He aquí a mi Siervo

En el libro de Isaías, capítulo 42, nos encontramos con esta hermosísima oración de ofrenda total recitada en boca del profeta que el mismo Dios inspiró.

“He aquí a mi Siervo a quien yo sostengo, mi elegido, el preferido de mi corazón.

He puesto mi Espíritu sobre él, y por él las naciones conocerán mis juicios.

No clamará, no gritará, ni alzará en las calles su voz.

No romperá la caña quebrada ni aplastará la mecha que está por apagarse.

Con toda seguridad llevará a cabo mis juicios.

No se dejará quebrar ni aplastar, hasta que reine el derecho en la tierra.

Los países lejanos esperan sus ordenanzas”

En esta contemplación del Miércoles Santo nos topamos contigo Señor, desde la imagen del Cristo Sufriente, del Siervo que ha sido entregado a su pueblo por el Padre.

Tú, que eres el preferido del corazón de Papá Dios has sido calumniado, ofendido, señalado y hasta castigado por las infamias.

Y aun así te mantienes firme, paciente, comprensivo, acogedor, ataviado de los nazarenos morados que simbolizan la entrega total e incondicional en la cocreación constante y siempre nueva del Reino de justicia, de paz, de igualdad y de amor

En esta hora donde las tinieblas de la guerra, de las injusticias, de la irracionalidad, son muchos los nazarenos que como tú Señor llevan y sienten a cuestas el dolor de los que gimen y claman justicia.

Y me pregunto si soy capaz de ser un Nazareno que soporta y consuela las tristezas de los demás sin quejarme

Petición: Danos Nazareno de Venezuela y del Mundo. Danos tú Señor, el Cristo de los dolores, la gracia de sentir y cargar con el sufrimiento de los más descartados de este mundo para que mañana podamos resucitar plenamente bajo la gloria de tu rostro divino y alegre.

Y como dijo el mismo Isaías, “mientras que yo pensaba: he trabajado en vano, para nada he gastado mis fuerzas”… pero no Señor, Tú eres mi esperanza y mi confianza.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.