Oración de la mañana. Sábado 04 de junio de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en la Víspera del Pentecostés
Señor Jesús, nos encontramos esta mañana para compartir nuestro café con Pedro y Juan, dos de tus discípulos. La piedra fundamental de la Iglesia y el que, en la Cena, recostó su cabeza sobre tu pecho. Conocedor de tus sentimientos más profundos que no se pueden escribir en un libro. Tu palabra nos lleva a lo inabarcable, desconocido, al Misterio, nos hace crecer cada día. Dejamos que nos hable, sugiera, interpele y lance a nuevos horizontes.
Aquí estamos juntos como Iglesia en oración, acompañados de María la mujer orante, Sagrario del Espíritu Santo, a la espera de un nuevo Pentecostés. El Espíritu de verdad que está en nosotros: nos regala el Evangelio hecho vida encarnado en nuestra realidad, en la historia de cada día. Tú, sígueme, es tu invitación y respuesta que se repite hoy, para nosotros: “Sígueme”, para mirar a lo esencial, caminar contigo en medio de las dificultades.
En la predicación del Evangelio, en el testimonio de una vida que corresponda al don de la gracia del Bautismo. Sígueme, al hablarles a aquellos con los que vives, compartes, en el esfuerzo del trabajo, del diálogo y de la amistad. Sígueme, en el anuncio del Evangelio a todos, especialmente a los últimos, para que a nadie le falte la Palabra de vida, que libera de todo miedo y da confianza en la fidelidad de Dios. Tu “Sígueme”, sigue resonando en nuestro café de esta mañana, dejamos que la voz convertida en llamada nos penetre hasta el fondo del corazón y nos comprometa. Suplicamos: ¡Ven, Espíritu Santo! y renueva la faz de la tierra necesitada, sedienta, injusta, hambrienta… Esta tierra que clama por tu presencia que la convierte en casa común, hogar de la humanidad transformada.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.