Oración de la mañana. Sábado 16 de julio de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en la fiesta de la Virgen del Carmen
Señor Jesús, en este amanecer nos acercamos a María, manantial de vida y frescura. Ella nos lleva de su mano y nos adentra en tu experiencia de amor. Es presencia viva, susurro milagroso de salud, que renueva y da sentido a lo que pensábamos perdido. En nuestro café nos detenemos, hacemos un momento de silencio para sentirla. Dejamos que su mirada pase por lo que vivimos y preocupa…que sea como un viento suave que refresca y alivia, que conforta y sostiene… Ella está… pronunciamos suavemente su nombre varias veces…Decirlo es acentuar aspectos que señala el Evangelio. Lo leemos sin prisa, saboreando el sentido, entrando en el texto…
Hay varias palabras que son esenciales en la vida de un cristiano: alégrate, nuestra vocación es a la alegría. Llena de gracia: mujer amada de Dios. Nosotros somos para ti seres llenos de gracia. Te gozas en nosotros. No tengas miedo, el Espíritu Santo vendrá sobre ti, nos conoces, sabes que siempre estamos tentados por muchas clases de miedos. Para ti nada hay imposible. En la vida de María lo imposible se hace posible. Así puede suceder en tu vida y en la mía, si confiamos, si tenemos fe como Ella. Esas cuatro palabras, bien conjugadas, son la mejor armadura de un hijo de María. Son las palabras que el ángel le dijo a Ella de parte de Dios y que hoy nos regala, para que podamos recorrer el camino cristiano con su humildad, coherencia, alegría y prontitud.
Peregrina de la Fe: se pone en camino, para servir. Siempre en camino, sin saber lo que será, lo que sucederá. Se atreve, se lanza, se arriesga, confía… Contemplativa: guarda todas estas cosas en el corazón. Sabe mirar lo que está dentro de las apariencias, no se deja engañar por el brillo vacío. Enséñanos a mirar con tus ojos…impulsa nuestro caminar… Contigo cantamos agradecidos porque Dios ha estado grande y seguirá cuidándonos en todos los caminos. Contigo estamos en la palma de la mano de tu Señor, tu Dios.
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.