Una Palabra Oportuna No. 1934

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Oración de la noche. Domingo 31 de julio de 2022.

Por Francisco Aranguren SJ.

Cierre del Año Ignaciano

Querido Padre, hoy terminamos un camino que comenzamos hace más de un año: los 500 años de la herida de San Ignacio en Pamplona. Quiero agradecerte por todo lo vivido durante este año especial. He reconocido que necesito el don de la conversión que le diste a Ignacio. Hay mucho en mí de hombre viejo. A veces no sé identificar tu voz de la del mal espíritu por andar muy centrado en mí.

También he visto lo bueno que has puesto en mí y en los otros. A lo largo de este año, a través de las redes, me has ayudado a conocer otras obras ignacianas y su talante, su accionar y su impulso. Gracias, Señor por eso, porque las tenía muy cerca y no las conocía.

Me abro a la acción de tu espíritu en mi vida. Síguenos dando el don de la conversión ahora que terminamos el año ignaciano. Señor, quiero responder a la pregunta de quién eres tú para mí y hoy te digo que eres el mejor regalo que me han hecho y que puedo hacer: actuar ANTE ti y ver mi vida DESDE ti. No nos dejes solos.

Dame, hoy más que nunca, tu amor y tu gracia. Amén.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.