Una Palabra Oportuna No. 1964

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Actitudes. Lunes 15 de agosto de 2022.

Por Antonio Pérez Esclarín.

Aprender a vivir con los demás

Toda auténtica vida humana es vida con los otros, es convivencia. La persona humana es imposible e impensable sin el otro, pues la plenitud humana solo es posible en el encuentro. Uno se constituye en persona como ser de relaciones, en consecuencia, tenemos que pasar de “los otros” al “nosotros”. Para ello, necesitamos todos aprender a no agredir ni física, ni verbal, ni psicológicamente a nadie y desarmar esos corazones llenos de rabia y de desprecio, y esas palabras que insultan, ofenden y separan, siembran el dolor y sufrimiento.

La agresión es signo de debilidad moral e intelectual y la violencia es la más triste e inhumana ausencia de pensamiento. La violencia deshumaniza al que la práctica y desata una lógica de violencia siempre mayor. Quien insulta, hiere, amenaza, ofende o mata, se degrada como persona y no puede contribuir a construir una sociedad más justa y más humana.

La violencia no queda erradicada por haber sido aplastada por una violencia mayor. La violencia sólo engendra nueva violencia. Valiente no es el que ofende, amenaza o golpea, sino el que es capaz de dominarse asimismo y responder al mal con bien, a la intolerancia con respeto, a la venganza con perdón, al odio con amor.

 De ahí la necesidad de aprender a respetar a tratar con cortesía, a bendecir, a agradecer.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.