Una Palabra Oportuna No. 1971

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Oración de la mañana. Viernes 19 de agosto de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.

Cafecito de la esperanza

Señor Jesús, en nuestro café de este amanecer escucho tu voz, es llamada y acogida: “vengan a mí”… suena sencillo y nos cuesta creer que sea verdad. “Vengan a mí, todos los que están cansados y llevan pesadas cargas, y yo los haré descansar.” Permito que esta cálida y poderosa invitación toque mi corazón en su necesidad más profunda. Su eco me ayuda a conectarme con mi cansancio, con la pesada carga que estoy llevando, intento responder con la confianza de que encontraré el descanso en ti. Le pedimos a San Juan Eudes interceda por nosotros para que tengamos la fe suficiente de abandonarnos, con toda nuestra realidad de preocupación y dolor, en tu corazón y en el de María nuestra Madre a los que él siempre acudía con devoción y cariño.

Queremos pasar este tiempo de oración tranquilamente, dando gracias por la forma como nos cuidas, sé que no soy sabio, ni inteligente. Lo que importa es que te amo, como un niño ama a unos buenos padres. Esa invitación a tomar tu mano y caminar contigo a través de nuestra historia, y agradecer al Padre por revelar sus misterios a los pequeños y esconderlos de los sabios y los inteligentes, me conmueve internamente.

Al unirme a tu agradecimiento, pido la gracia de estar entre los pequeños que se maravillan por la grandeza de su amor y compasión por nosotros. A veces las cargas de la vida nos sobrepasan y vivimos con inseguridades y con el miedo de que seamos atrapados por la angustia y la falta de esperanza. En tu palabra nos ofreces un plan de vida. Ayúdanos a estar abiertos a tu propuesta y responder con fe y generosidad.

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.