Una Palabra Oportuna No. 1975

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Oración de la mañana. Domingo 21 de agosto de 2022.

Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel

Cafecito de la esperanza

Señor Jesús, entrar por la puerta estrecha es seguirte;  tomar tu cruz y confiar en el Padre, requiere una dosis de valentía. Es aventura y camino: esfuerzo, y emoción, es compromiso, y es búsqueda, lucha, y canción… El mundo, tu reino, y proyecto, nos necesita fuertes, dispuestos a afrontar los retos, el cambio, el camino, la alegría y el dolor, el compromiso, con lo que la misión nos exige… Sabiendo siempre, que en esa búsqueda nos sostienes, fascinas y sigues llenando nuestro horizonte con tu presencia sorprendente… No siempre es fácil, debemos intentarlo cada día. Aunque nos cuestiones y no siempre aparezcas cercano. Aunque hay ocasiones en que queremos pasar, dejarse llevar, rendirse… Sin embargo, creer es una aventura, una decisión, una historia, la fuente de una pasión profunda, y merece la pena…  

Más allá de los miedos, inseguridad, intentamos darte una respuesta. Aquí estoy, para hacer tu voluntad, decirte sí hasta el final. Cuando la vida pone encrucijadas que no tienen fácil solución, el horizonte se vuelve incierto. Las palabras llaman a las acciones que suponen riesgo y asustan. Queremos creer y solo dudamos, calma y encontramos cruz, luz y sólo hay sombras… ¿por qué no lo hiciste todo más fácil, claro, ordenado?  Te empeñas en la senda estrecha y difícil de la cruz.  Comprender que las heridas pueden sanar, pero no borrarse. Sentir que tu verdad es incomprendida y, pese a todo, seguir avanzando.

Hemos tocado un poco de suelo, caemos en cuenta de que es en ese lugar, espacio de fragilidad, del dolor y de la duda; en ese rincón desprotegido, espacio de la cruz, del camino, de la pobreza; descubrimos que siempre estás. Que al caer somos abrazados, y que en todo lo que vemos se asoma la imagen de una creación buena; y que por debajo de todos los ruidos hay una canción de amor de Dios por el mundo; en muchos roces una caricia que despierta la esperanza…

Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.