Una Palabra Oportuna No. 1995

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Oración de la mañana. Miércoles 31 de agosto de 2022.

Por Mireya Escalante.

¿Dónde cargamos pilas? (Lucas 4, 38-44)

Vamos a introducirnos en la Palabra, como si “presente me hallase” a decir de Ignacio, con el fin de sacar provecho para nosotros.

Imaginemos  a Jesús, llegando con toda la confianza a la casa, le indican que la abuela está enferma y llega a sus habitaciones, sentimos el olor del ambiente cargado de esencias medicinales, la doñita recostada en la cama afiebrada y adolorida, Jesús tomándola de la mano y ayudándole a recuperarse.

¿Cómo entra Jesús a nuestra casa? ¿Con la misma confianza? ¿O no dejamos que nos tome de las manos?

Si nos abandonáramos a su cercanía, esos males que hoy tenemos desaparecerían y saldríamos de ellos sirviendo, como lo hizo la suegra de Pedro.

El texto refiere que no sólo curó a la abuela, sino a muchos más. Debió  haber sido agotador. Pero ¿de dónde saca fuerzas, para entender su misión? Cuando se retira a ese lugar solitario y se comunica en oración con su Padre.

También para nosotros ese debe ser el lugar para tomar fuerzas, para recibir el Espíritu que nos impulsará a vivir nuestra vida, según sus mandatos, llenos de amor y  misericordia.

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.