Oración de la noche. Domingo 30 de octubre de 2022.
Por José Francisco Aranguren, SJ.
Padre bueno y misericordioso, llega la noche del domingo y con ella nuestro acostumbrado encuentro. Me pongo en tus manos, ejercito la memoria, hago silencio. Me mueve el deseo de serte fiel y el de tomarme un momento para estar contigo y oír tu voz. Señor, dame tu Espíritu para que pueda agradecer por lo vivido durante esta semana que ya termina. Hago silencio para pasar revista…
Hoy tu palabra me desafía a abrirme al diferente, a ver la presencia de tu espíritu en los que no son como yo con la confianza de que allí también estás y de que tu espíritu también mueve desde dentro a hombres y mujeres como Zaqueo. Me detengo para pedir perdón por todas las veces que no he hecho eso o que me he negado expresamente a hacerlo.
Quiero, Señor, reavivar el don del espíritu en mí, ese mismo que movió a Zaqueo a cambiar de vida al experienciar tu misericordia. Cuenta conmigo esta semana que empieza para construir un mundo mejor. Tú sabes que sin ti nada puedo.
Amén.
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