Oración de la mañana. Domingo 27 de noviembre de 2022.
Por Herlinda Gamboa. Narra Julitze Mayurel.
Cafecito de la esperanza en el primer domingo de Adviento
Señor Jesús, peregrinamos con José y María en este Adviento; les pedimos que nos acompañen, llevan en su corazón toda la esperanza de Dios. Si sentimos tu mano amorosa que acoge y abraza, este será un tiempo nuevo que nos permitirá alcanzar nuestro ser más verdadero. El Espíritu, con su cercanía de amigo, nos empuja a crear espacios de encuentro, viene como aurora, aleja nuestra noche y da sentido a la vida.
Orar nos permite estar en vela mirando que este mundo, tan lleno de contradicciones, sigue siendo el mundo que amas. Es hora de despertar, de ir más allá de nuestros intereses y abrir bien los ojos para consolar a los que sufren. «Volvemos la mirada a tu rostro radiante de la misericordia de Dios. Eres fiel, sentimos esta belleza en tantos gestos de bondad que consuelan y regalan esperanza. Abrimos el corazón a la confianza de ser amados. Tu amor nos precede siempre, nos acompaña y permanece junto a nosotros a pesar de nuestro pecado”.
El café de esta mañana nos ayuda a descubrir tu presencia que se acerca y trae la alegría. Un pequeño deseo que crece en el corazón, una pequeña llama de amor viva, un pan compartido con los pobres, mirar, escuchar, acompañar y curar las heridas de los que sufren: todo eso y mucho más es oración, es Adviento. Nos dejamos guiar por María en este tiempo de espera y vigilancia activa.
«Querer acercarse a Jesús implica hacerse prójimo de los hermanos, porque nada es más agradable al Padre que un signo concreto de misericordia”. ¡Ven Señor Jesús!
Danos tu amor y gracia que eso nos basta. Amén. PAZ Y BIEN.
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