Oración de la mañana. Miércoles 30 de noviembre de 2022.
Por Mireya Escalante.
¡Estar pilas! (Mateo 4, 18-22)
La palabra nos narra la llamada de los amigos de Jesús. Él les dijo: “Síganme”, los llamó mientras hacían lo que sabían hacer. Eran pescadores y estaban en su trabajo. Estaban en su día a día y así sin más lo siguieron.
Esto no es tan extraordinario como parece… Si recordamos el poema de la loca Luz Caraballo, ella tenía cinco hijos y dos se le fueron detrás de un hombre a caballo, seguramente por sus ideas libertarias. Sabemos de muchachas enamoradas, que dejan todo: casa, familia y se van…
Ahí está la clave, esos pescadores querían y esperaban una vida distinta y sencillamente se enamoraron de ese Hombre que hacía y vivía como les hablaba.
Pero esas llamadas no se terminaron en el lago de Galilea, cada vez que oramos vamos descubriendo a Jesús, nos vamos enamorando de Él, y Él siempre nos está llamando a seguirlo, a comprometernos con su proyecto, solo tenemos que acusar el oído. ¡Estar pilas! No tenemos que ser o hacer nada especial, estar en nuestra vida, en nuestro trabajo, pero con ganas de un mundo diferente que solo se logra, si lo seguimos.
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