Oración de la mañana. Domingo 24 de mayo de 2020.
Por Silvia Blanco.
Espiritualidad
Reserva este momento para orar. Inicia respirando profundo.
Ponle nombre a cómo te sientes: ¿contenta, preocupado, maltratado, valorada?
Escucha con el corazón a Jesús en el Evangelio: “Yo soy la verdadera vid … El que permanece en mí da mucho fruto”.
Imagínate la viña de la que habla Jesús, con su tronco lleno de nudos y retorcido, sus hojas grandes y verdes y los racimos de uvas sabrosas que cuelgan de sus ramas… Jesús dice que Él es la vid y nosotros las ramas… y de nosotros va a surgir abundante fruto de obras buenas si permanecemos unidos a Él.
¿La promesa del evangelio te ha llegado dentro? Repítete lentamente al ritmo de tu respiración: si permanezco unido a Jesús, daré fruto abundante para la salvación del mundo.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.