Espiritualidad. Sábado 30 de mayo de 2020.
Por Mireya Escalante.
Señor sacia nuestra sed
Estamos en la vigilia de Pentecostés, fecha grande que nos recuerda que el Señor ha resucitado, que no está físicamente entre nosotros, pero no nos deja solos, porque nos envía el Espíritu para que nos impulse y acompañe en nuestra misión de llevar la buena noticia, especialmente a quien más la necesita.
Cuando Jesús lo anuncia, sus palabras son enigmáticas: «El que tenga sed que venga a mí… de mis entrañas brotarán manantiales de agua viva»; decía esto refiriéndose al Espíritu que nos iba a dejar.
La sed es algo que nos urge calmar, que nos mueve a buscar. Y tenemos hoy tanta sed… Sed de un país en paz, donde haya justicia, vida tranquila y digna. Sed de sentirnos hermanos, sed de alegrías, sed de entendernos…
Pidamos a ese Espíritu que aumente nuestra fe, para poder beber de esa agua viva, saciarnos y hacernos uno con Jesús.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.