Una Palabra Oportuna No. 317

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Una Palabra Oportuna

Espiritualidad. Domingo 7 de junio de 2020.

Por Mary Patxi Ayerra y voz de Luz Bettina Fuenmayor.

Descansar en Dios

Me gustaría contagiarte aquello tan bonito que nos enseñó Jesús: el abandono en nuestro Padre. Él nos decía: “Vengan a mí cuando estén cansados y agobiados, que yo los aliviaré, y hallarán descanso para vuestras almas» (Mt 11,38). Te puedo decir, con mi experiencia, que es así, que cuando uno descansa en Dios se le sanea la mente y el cuerpo y se queda mucho más sosegado, con sensación de paz, bienestar y descanso auténtico, pues cuentas con Dios en tu tarea vital y eso hace que el peso se comparta con Él. Da lo mismo que sea un problema laboral, familiar, un conflicto, una enfermedad… Dios te aporta objetividad para relativizar y tranquilidad para actuar y luego despreocuparte.

En esta situación generadora de angustia, temor y preocupación, necesitamos descansar en Dios. No para desentendernos de la realidad sino para recibir paz, su fortaleza y Espíritu

Nuestra mente humana se parece a un lago que tiene corrientes subterráneas y turbulencias. Pero cuando nos ponemos en presencia de Dios el lago se vuelve liso como un cristal. Y esta quietud proporciona paz interior, serenidad y energía desbordante. Haz la prueba y verás… ¡Qué bueno es el Señor!

Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.