Espiritualidad. Domingo 7 de junio de 2020.
Por Henry Nowens y voz de Alexander Medina.
Bendecir
Pedir y echar la bendición es una bonita práctica entre nosotros. ¡Écheme la bendición!¡ Dios te bendiga¡. Bendecir significa literalmente hablar bien, decir cosas buenas de alguien. Es afirmar la condición de amado de una persona. La bendición tiene que ver con reconocer y afirmar la bondad original del otro.
Es recordarle que es un hijo amado de Dios. Escuchemos este ejemplo:
«…. quiero que sepas que eres una hija amada de Dios. Eres preciosa a sus ojos. Tu maravillosa sonrisa, tu bondad con todas las personas de tu casa, y todas las cosas buenas que haces, nos hacen ver lo maravillosa persona que eres. Sé que te sientes un poco deprimida estos días y que hay cierta tristeza en tu corazón, pero quiero que recuerdes quién eres: una persona muy especial, profundamente amada por Dios y por todas las personas que están contigo».
Necesitamos continuas bendiciones que nos permitan escuchar, de nuevas maneras, que pertenecemos a nuestro Dios amoroso, que no sólo no nos va a abandonar jamás, sino que permanecerá con nosotros siempre. Que somos guiados por Dios en cada paso de nuestra vida.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.