Espiritualidad. Martes 9 de junio de 202.
Por Mary Patxi Ayerra y voz de Luz Bettina Fuenmayor.
Alimentar la fe
Creo en Dios y lo disfruto, estoy convencida de que está en todas partes y lo llevamos en el corazón, sé que conoce mis palabras antes, aún, de que yo comience a hablar y que sabe más de mí que yo misma.
Yo alimento mi fe con la lectura diaria del Evangelio, y la oro y la celebro con una comunidad. Allí somos un grupo de gente que queremos vivir en el mejor modo de ser cristianos y nos animamos, nos fortalecemos juntos y nos facilitamos la vida. Además celebro con toda la iglesia y hago oración personal, es decir, hablo con Dios con frecuencia, como con cualquier amigo o mi pareja, y así nuestra relación se mantiene viva, al tiempo que me dinamiza.
Podemos estar seguros de que está junto a nosotros cuando nos reunimos en su nombre, que acompaña nuestro caminar por la vida pues está dentro de cada uno; es decir, que tú y yo somos personas habitadas, que nunca estamos solos.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.