Espiritualidad. Martes 16 de junio de 2020.
Por Alfredo Infante SJ.
María, ponme con tu hijo Jesús.
San Ignacio vivió su camino de fe en compañía de la virgen María. Su cotidianidad y los momentos más importantes de su vida estuvieron marcados por una experiencia cercana con la Virgen.
En su convalecencia en Loyola tuvo una visión con María y el niño, confirmando los buenos propósitos que le despertaban leer la vida de Jesucristo y de los Santos. Así quedó con asco de su desordenada vida pasada.
Salió de Loyola a visitar el santuario de nuestra Señora de Aranzazu para tomar nuevas fuerzas, y seguir al Santuario de Monserrat, donde delante de María, deseoso de entregarse a Jesús, hizo vigilia, dejando al pie de la virgen sus armas. En vísperas de la fiesta de Nuestra Señora, fue en secreto donde un pobre, intercambiando sus elegantes vestidos de caballero por un sayal, como penitencia y cambio de vida.
Así acompañará María a nuestro maestro Ignacio, quien nos invita a pedir: «María, ponme con tu hijo Jesús».
En esta noche oscura que vivimos, como San Ignacio en camino, dejemos todo aquello que nos ata y apostemos por una nueva vida, poniéndonos en manos de María, orando así: «María, ponme con tu hijo Jesús,»
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.