Interioridad. Martes 14 de julio de 2020.
Por Herlinda Gamboa. Voz Julitze Maryurel.
Contemplativos en la noche
«El amor nos permite creer que la noche engendra el día y esta fuerza nos sostiene en pie». Quisiéramos ser testigos del amor, la fe y la esperanza, que nos guían hacia la tierra de las oportunidades nunca imaginadas, de las soluciones geniales, de los sueños que nadie se atrevió a contar.
En el espacio interior, lugar de encuentro y comunión, nos hacemos cargo de la realidad y fortalecidos con la gracia, salimos al ancho camino de las gentes, de la historia, de la vida.
Tu presencia en nosotros ilumina la noche del olvido y recoge el cansancio de las frentes. El dolor, el temor y la incertidumbre.
Estamos en la ruta; la esperanza tiñe los ojos, pinta la mirada de arcoíris. Adelante va el corazón contando y cantando lo que alcanza, y la noche ha perdido su rostro tenebroso y frío.
Así son las cosas del Reino. Es la propuesta de Jesús Nazareth. Y, cuando todo esto pase, es posible que podamos mirar atrás y cantar con Juan de la Cruz: «¡oh noche amable más que la alborada!».
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.