Oración de la noche. Viernes 17 de julio de 2020.
Por Javier. A. Fuenmayor, SJ.
Aquí vengo, Señor, ante tu presencia. “Muéstrateme en la misteriosa omnipotencia de tu gracia. Purifícame de mis pecados. Ilumina mi conciencia. ¡Ven! Sólo si Tú sales a mi encuentro puedo encaminarme decididamente hacia Ti” (Karl Rahner).
Ante ti presento mi vida y mi corazón con el deseo de reconocerte y encontrar la luz que ilumina el camino a veces complejo y desconcertante. Dejo resonar tu voz: “Misericordia quiero y no sacrificios”. Hazme cada día más misericordioso, más humano y fraterno.
“Compadécete de mi pobre corazón, Tú, Dios de la magnanimidad, Dios del amor, Dios de la generosidad. Da a este corazón pobre y estéril tu Santo Espíritu para que lo cambie” (Karl Rahner).
“Dame, Señor, una fe plena, una esperanza firme y una ardiente caridad. Que yo no ame a nadie contra tu voluntad, sino a todas las cosas en función de tu querer. Rodéame de tu amor y de tu favor” (Santo Tomás Moro). Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.