Espiritualidad. Sábado 15 de agosto de 2020.
Por Mireya Escalante.
La fe de María
Hoy la lectura de la Palabra nos conduce a María, que no deja de sorprendernos.
Una mujer valiente, que supo enfrentar su situación y volcarse a ayudar a su prima que la necesitaba. Saliendo de si, para darse al otro.
Reconociendo que ella es sólo un instrumento del que todo lo puede. Glorificándole y sabiendo con certeza que su misericordia es infinita.
De esta fe respiró Jesús desde el seno de su madre, con ella creció y la fue desarrollando a lo largo de su vida en su oración y contacto con su Padre.
Solo nos queda pedirle a María que nos transmita esa fuerza, esa valentía, esa entrega y esa fe, que nos ponga con el Hijo para que conociéndole a profundidad, podamos seguirlo e imitarlo más y mejor, en el aquí y ahora de nuestra vida.
Esta vida que a veces parece cargada de muerte y tristeza, pero que a semejanza de María seamos instrumentos del que todo lo puede, pongámonos a la orden del Hijo para poder alzar al humilde y destronar a los potentados, saciar al hambriento, mientras que los ricos se despiden vacíos.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.