Espiritualidad. Domingo 16 de agosto de 2020.
Por Antonio Pérez Esclarin.
Una oportunidad para renovarnos
La pandemia que sigue sembrando, cada vez con más fuerza, miedo, incertidumbre y muerte, y el obligado y prolongado confinamiento, que no sabemos cuánto durará, y cómo lo podremos enfrentar, nos brindan la oportunidad, para una renovación personal, familiar y social.
Son tiempos para salir de nuestras rutinas y tal vez de una vida superficial y descomprometida, adentrarnos en lo esencial y despertar a la necesidad de generar una cultura del cariño y del cuidado; cuidarnos a nosotros mismos para poder cuidar a los demás, especialmente a los que más sufren y tienen más carencias y necesidades.
La situación de fragilidad, incertidumbre y sufrimiento, puede ser un momento de gracia, para dar el salto a una fe más profunda, más solidaria, más evangélica, que nos lleve a vivir con más autenticidad, a combatir las estructuras del mal, y a trabajar por sanar y humanizar a Venezuela.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.