Oración de la noche. Domingo 25 de octubre de 2020.
Por José Francisco Aranguren, SJ.
Padre del amor y de la misericordia, ha pasado una nueva semana y aquí me tienes ante ti para hacer el cierre y seguir. Viendo mi semana, tal como te lo prometí la vez pasada, vengo con la sensación de haberme encontrado a muchos hermanos tirados a la orilla del camino, como el Bartimeo del evangelio.
Me sorprende el gran desánimo y quiebre interno que sufro y el que percibo en mi gente, en especial en los jóvenes. Esta semana lo he palpado de cerca. Te entrego eso, Señor, para que no nos dejes sucumbir al mal espíritu, al espíritu del desánimo y de las manos caídas. Eres el Dios de la vida, mi descanso, en ti me muevo y existo.
Renuevo mi compromiso contigo y con la vida nueva que alientas en mí. Quiero seguir a tu Espíritu. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.