Oración de la noche. Domingo 22 de noviembre de 2020
Por José Francisco Aranguren, SJ.
Padre misericordioso, hoy nuestra iglesia termina el año litúrgico, por tanto, es un buen día para ver no solo la semana que pasó sino el año completo. Me dispongo «a respirar» este año, desde noviembre 2019 hasta noviembre 2020. Me pregunto, ¿dónde he puesto mi corazón? Hago silencio y presto atención en mi respiración…
Inmediatamente fijo mi mirada en ti que consumaste nuestra fe y te encomiendo este nuevo año de la iglesia que comienza con la espera del nacimiento de Jesús. Recuerdo todos los momentos en los que te he sentido cerca…me relajo y respiro…
Pongo a los pies de la cruz de tu hijo este mes de diciembre que ya casi llega. Sabes bien que es muy especial para nosotros, que lo vivimos con nostalgia y que nos ponemos sensibles. Desde ya preparamos el corazón para que crezca la esperanza que viene a traernos tu hijo, nacido para nuestra salvación. Te encomiendo a todos los enfermos de Covid y a todos los que quiero y debiera querer más. Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
Con tu presencia Señor, saldremos fortalecidos.