«Urge un acuerdo humanitario en Venezuela»

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Archivo UCAB

El rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Francisco José Virtuoso, se refiere a la actual crisis venezolana como una acumulación de diversos problemas en casi todos los ámbitos de la vida del venezolano «que ahora se complican mucho más con la llegada de esta pandemia».

Específicamente hace alusión al campo de la salud «cuando los técnicos de la materia sanitaria señalan que el gran problema es que no se están haciendo las pruebas suficientes y tal vez el número de los infectados que aparece no coincide con la realidad».

En ese sentido, su gran preocupación es que si la pandemia se desatara en el país a niveles que se han registrado en otros países «nuestro sistema de salud no tiene la capacidad suficiente para atender a aquellos pacientes que lo requieran».

A este pronóstico se suma, dice el jesuita, el colapso económico y social que sufre Venezuela desde hace años. «Esta pandemia llega para sumarse a otras crisis que tenemps padeciento desde hace tiempo».

La fuerza interior del venezolano

Sin embargo, y aquí peca de un «optimismo real», destaca que la gente en este país «ha sido capaz de echar adelante…y hay una profunda capacidad de lucha que se ve en empresas que se mantienen de pie, en gente que sale a trabajar, en la búsqueda de respuesta…lo que evidencia una fuerza interior para luchar contra la adversidad muy grande que hemos desarrollado como pueblo y como sociedad».

Pero en lo que llaman la macropolítica las tensiones en Venezuela aún continúan y algunas se han acentuado en medio de esta coyuntura. Diversos actores han proseguido con sus respectivas agendas sin que se avizore, aparentemente, una conciliación de esfuerzos para atender con más efectividad el curso de la pandemia y las consecuencias que va dejando en lo económico y en lo social.

Al respecto, el también doctor en Ciencias Políticas, cree firmemente que «urge un acuerdo humanitario que permita que factores internacionales junto con nuestras capacidades internas y las institucionales del gobierno de Maduro puedan ampliar esa atención».

La prioridad es la vida de la gente

Reconoce que existe un conjunto de sectores que están proponiendo, entre ellos la Conferencia Episcopal Venezolana, «que la prioridad es la vida de la gente..es enfrentar la emergencia social».

Y hace énfasis en esta urgencia porque ya se están observando episodios de saqueos y protestas que reflejan la desesperación de la gente «que puede ir creciendo si efectivamente no hay respuestas a tiempo en el caso de cómo podrán adquirir los alimentos con ese salario que tiene».

Para Virtuoso esta desesperación es un polvorín para que se desate una serie de fenómenos que «no queremos ni siquiera pensar». Por eso insiste en que es necesario concertar voluntades para que sea posible la ayuda humanitaria.

Gestión que debe contar con la participación de las universidades, técnicos y especialistas para el correcto manejo de la pandemia.

En el plano de las empresas privadas, sobre todo del sector de alimentos, propone que no se les responsabilice de lo que está sucediendo con los precios «sino que se les estimule para que puedan seguir haciendo su trabajo de manera eficiente».

Maduro es quien maneja el gobierno

Al admitir que en lo fáctico es el presidente de la república Nicolás Maduro el que posee el manejo práctico del gobierno central, también le adjudica gran parte de la responsabilidad para las soluciones políticas que se necesitan aplicar.

Uno de esos acuerdos que estima importante es que «se reconozca la directiva de la Asamblea Nacional de Juan Guaidó que es la que tiene la mayoría…poder llamar a todos al parlamento y que ese sea un espacio de acuerdos».

El tema de las sanciones económicas sobre Venezuela también lo maneja el sacerdote con mucha precisión sin politizarlo. Afirma que la petición que han hecho algunos líderes mundiales como el Papa Francisco y el Secretario General de la ONU de suavizar o suspender este tipo de medidas en medio de esta emergencia, debe formar parte del acuerdo humanitario.

No obstante, señala que para esta propuesta adquiera viabilidad certera el gobierno de Maduro debe crear «unas condiciones fundamentales». E insiste en recalcar que una de esas condiciones básicas es el reconocimiento de la AN que luego se convierta como una instancia que pueda solicitar apoyo internacional para que se flexibilicen esas sanciones.

Desde el gobierno no se puede solicitar esta flexibilización «y mientras tanto el conflicto político sigue igual».