El Gobierno del izquierdista Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, sigue dándole continuidad a una política “antionegista”. Desde el 2018 ha ilegalizado a 3 mil 500 organizaciones civiles en ese país.
Este dato permite saber que 700 organizaciones sin fines de lucro han sido ilegalizadas al año en Nicaragua. Solo durante la tercera semana de mayo de 2023, 26 ONG fueron ilegalizadas, según DW.
De acuerdo con el mencionada portal, “analistas advierten que la estrategia del presidente Daniel Ortega es eliminar todo espacio de sociedad civil en el país, a la que ve como una amenaza”.
Entre las organizaciones civiles que han sido alcanzadas por la severa política restrictiva de Daniel Ortega y su esposa, Rosario Murillo, figuran las universidades, asociaciones de profesionales, artistas, mujeres, agricultores y ganaderos, misiones religiosas.
Incluso, también han ilegalizado a aquellas ONG locales y extranjeras que practicaban cirugías gratuitas a los niños, así como a la Academia de la Lengua, decisión que la Real Academia Española (RAE) calificó como un “disparate monumental”.
Uno de los últimos grandes golpes de Daniel Ortega
Las acciones del Gobierno de Nicaragua apuntan a un hecho muy evidente. Todas las organizaciones que no son controladas de manera directa por el Jefe de Estado y su esposa, son ilegalizadas.
Uno de los últimos ataques más notorios fue el cierre de la Cruz Roja de Nicaragua, una institución que en el escenario internacional tiene un carácter neutral. El 10 de mayo, el Gobierno de Nicaragua extinguió la existencia del organismo internacional como órgano independiente.
Luego de incautar todo los muebles e inmuebles de la Cruz Roja, los anexó al Ministerio de Salud como ente dependiente.
El Gobierno argumentó que durante un intento de Golpe de Estado contra Ortega en al año 2018, algunas filiales de esta asociación actuaron en contra de sus principios y de su acta constitutiva y estatutos. Acusó a las Cruz Roja por presuntamente haber incurrido en transgresiones a la Constitución.
La Cruz Roja Nicaragüense, fundada en 1931, ofrecía servicios de socorro en emergencias, accidentes y desastres naturales. Contaba con 28 filiales y una red de unos dos mil voluntarios en todo el país.
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