El aumento de los ataques delictivos en diferentes lugares del estado Delta Amacuro mantiene atemorizadas a las familias desde finales de abril.
Es a partir de ese mes cuando las víctimas comenzaron a denunciar públicamente.
Varios deltanos han lamentado que este flagelo siga tomando terreno aun en medio del confinamiento social por coronavirus. Los vulnerados cuestionan que los militares apenas se enfoquen en detener a personas con el denominado “Coronabús”, aun en momentos en que el horario para la circulación no ha cesado, además de los maltratos verbales y en algunos casos físicos.
Las personas abordadas insisten en que no logran ver patrullajes por sus comunidades para evitar posibles ataques delictivos. Mientras ellos cumplen con el encierro social, los que delinquen los atacan en casa.
Un ciudadano del sector Alexis Marcano, cerca del centro de Tucupita, reveló que los militares recorrían las calles de su comunidad a cualquier hora del día. Sin embrago, esta responsabilidad se desvaneció “desde hace meses”
“Ahorita el asunto está inseguro, peligroso está”, afirmó el consultado respecto a la inseguridad en su sector.
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