Carlos Albornoz, presidente del Instituto Venezolano de la Leche y de la Carne (Invelecar), aseguró que el venezolano experimenta un declive del consumo de carne: de 16 kilos por persona al año, a 2,4 kilos.
El cierre del 2019 pudiera presentar un leve aumento a tres kilos.
Los datos ofrecidos por Albornoz a Radio Fe y Alegría Noticias evidencian una vez más la crisis humanitaria por la cual atraviesa el país.
Explicó que en el contexto sudamericano, el consumo de carne per cápita es mayor en países como Uruguay y Brasil alcanzando hasta los 50 kilos por habitante.
Sobre la demanda per cápita del queso, informó que el consumo de la leche líquida está por debajo del consumo de los cubanos, uno de los países más pobres del mundo, cuya población tiene un salario sin capacidad adquisitiva que satisfaga a los trabajadores.
El consumo de leche líquida en Venezuela es de 48 litros por persona al año, muy por debajo del consumo histórico del país.
Por otra parte, aseguró que el queso duro ha sido la alternativa para los venezolanos en medio de la crisis y su demanda se ha mantenido, estando presente en el 50% de los hogares venezolanos.
¿Hay o no hay abastecimiento de carne en Venezuela?
A juicio de Carlos Albornoz, presidente del Instituto Venezolano de la Leche y de la Carne, en realidad no existe tal abastecimiento, sino una baja demanda del producto, porque el salario del trabajador no alcanza para comprar de forma constante esta proteína animal.
Inseguridad y falla eléctrica
Los ataques constantes a los espacios de producción y las fallas eléctricas recurrentes también han sumado a la crisis: “las unidades producción tienden a desaparecer por fallas eléctricas” aseguró Albornoz.
Algunos productores se han visto en la necesidad de enviar animales de alta producción a los mataderos. Estos animales, cuya genética es de alta calidad, producen hasta un 70% más que cualquier ganado.
Ante la inseguridad, los productores experimentan grandes pérdidas y no pueden emprender proyectos para aumentar la producción.
