El Movimiento de educación popular y promoción social Fe y Alegría celebra este 1 de noviembre el Día de la Perseverancia, una iniciativa que responde a dos objetivos: inaugurar formalmente el inicio del nuevo año escolar a nivel interno de la organización y marcar el comienzo de los festejos por los 70 años de su fundación.
Esta iniciativa, promovida por los responsables del plan de formación en espiritualidad Con Dios en el Camino, busca cada año inaugurar el año escolar con una temática especial. En años anteriores, reflexionaron sobre valores como la esperanza, la confianza y el compromiso.
En este caso, el Día de la Perseverancia se convierte en el espacio ideal para reflexionar sobre su quehacer educativo a partir de un valor que les inspire y motive.
La profesora Yralis Pinto, responsable del plan de espiritualidad Con Dios en el Camino, explica que ante una tendencia a abandonar y buscar constantemente nuevas opciones, se decidió en todas las instancias del Movimiento resaltar la perseverancia como esa capacidad de mantenerse firme y avanzar en la misión educativa y comunicacional.
Para Pinto, la perseverancia es un don divino que va más allá de nuestra resiliencia. Es Dios obrando en nosotros y dándonos la fuerza para perseverar.
En Fe y Alegría, la perseverancia se manifiesta en múltiples formas: en la vocación de servicio, en el compromiso con la educación y comunicación popular y en la fidelidad a la misión que encomendó Dios.
Al celebrar los 70 años de la chispa que encendieron José María Vélaz, Abrahán Reyes y Patricia García, entre muchos, junto al Día de la Perseverancia, en Fe y Alegría reconocen que han sido perseverantes en su misión de servir a Venezuela.
En estos tiempos de dificultades, Pinto nos invita a agradecer por todo lo que hemos logrado y a reconocer el legado de quienes fundaron Fe y Alegría. “Es un momento para expresar nuestra gratitud”, afirma Pinto.
¿Qué les sostiene en Fe y Alegría?
Yralis Pinto destaca 6 razones poderosas que mantienen al personal docente, comunicadores, administrativo y obrero en cada centro educativo, radio y oficina:
– Un movimiento que nace de la fe, la cual se vive en una realidad concreta y desde allí busca dar respuesta. Fe como seguimiento, hacer hoy el equivalente de lo que hizo Jesús en su época (Fe en Dios, en las personas, en el mundo…), al ser esta fe la que principalmente movió a nuestros fundadores y a los que hemos seguido, esta obra la experimentamos desde la trascendencia es de Dios, es él quien llama, es un lugar teológico, teofánico, apostólico. En ese sentido es más misión que trabajo. Fe para la audacia, para atreverse, para continuar.
– La espiritualidad como fuente, que alimenta la identidad, que le da sentido a lo que hacemos, que ilumina la práctica y da creatividad siempre nueva en cada tiempo. Si Fe y Alegría nace de la fe, necesita seguir cultivándola y obedeciendo al Espíritu, como fortalecer la misión, por eso la espiritualidad es esa experiencia personal y colectiva que privilegia la escucha al espíritu. No podemos soltar el cultivo de la espiritualidad a través de diferentes propuestas.
– La fidelidad a nuestro lugar de acción y opción, los sujetos de nuestro servicio, la claridad para lo que nacimos como movimiento, la fidelidad a la misión, que nos lleva constantemente a repensar, reinventar, releer, renovar, responder a la misión en los nuevos contextos.
– La educación popular como propuesta integral de transformación personal y social, que impulsa, orienta, anima a la construcción de una persona y sociedad concreta. La claridad de este horizonte nos pone siempre en búsqueda de las prácticas que más conduzcan a lograrlo. Nos abre a la investigación, al diálogo, a la construcción colectiva, por eso no podemos soltar el discernimiento permanente de nuestra propuesta pedagógica.
– El concebirnos desde el “Nosotros”, las relaciones humanas, fraternas, de equipos de misión, en horizontalidad, apertura y democracia, que nos constituyen personalmente y como organización (en ese nosotros están las prácticas, estilos, modos, como lo son las estructuras organizativas, reuniones, los encuentros, las celebraciones) por eso no podemos soltar la escucha y el diálogo.
– La valoración de la persona, el cuidado, reconocimiento, las oportunidades de desarrollo, de formación, delegación de encargos, la lucha por las reivindicaciones justas.
– La formación como una clave transversal en todo somos y hacemos, por eso en cada tiempo no podemos soltar el cuidado de la formación y tener claro a qué responde.
– El compromiso con el país que renovamos en cada coyuntura, situación, dificultad, oportunidad…nuestra apuesta por Venezuela, concretamente en la niñez y la juventud.
“Yo siempre digo que nuestra gran razón de ser son los niños, los jóvenes y nuestros participantes, y por ello nos mantenemos”, subrayó Pinto.
Este viernes 1 de noviembre todos los trabajadores de los programas de Fe y Alegría Venezuela tendrán la oportunidad de encontrarse en sus ambientes de trabajo para compartir, generar una profunda reflexión, pues las celebraciones y la alegría verdadera no tienen nada que ver con la superficialidad.
“Nos reuniremos para reflexionar sobre esas claves que nos sostienen y que nos seguirán sosteniendo en los próximos años. La fiesta será una expresión de agradecimiento y gozo por todo lo que hemos logrado”, resaltó Pinto.
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