Altruismo

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En el proceso de razonamiento, encaminado a la construcción  de la moral como fiel facilitadora del altruismo, se hace referencia al “dilema del tranvía”, enunciado inicialmente por la filósofa Philippa Foot, y estudiado por múltiples investigadores de diferentes áreas, entre ellos el neurocientifico Mariano Sigman. Aquí se evidencian dos principios acordes a la psicología moral, “cada uno de los cuales codifica en un sistema distinto, en la parte frontal de nuestro cerebro”: el principio utilitario es “racional e intenta maximizar el bien común. Si se puede optar entre que mueran cinco o muera una, se elige el mal menor”;  y el principio deontológicoes visceral, emocional y absoluto. Hay cosas prohibidas, aún si pueden traer consecuencias favorables más que desfavorables”. Así que:

Un tren va en dirección de atropellar a cinco personas, pero una persona X que está en el cruce de vías, tiene la posibilidad de cambiar el rumbo pero con el desenlace nefasto que atropellaría a una persona. ¿Qué debería decidir y hacer esa persona X? Esto es un problema moral, una decisión con trágicas consecuencias en ambos escenarios. En términos generales, la mayor parte de los consultados o involucrados eligen intervenir prefiriendo la muerte de una persona a la de cinco.

 Por otra parte, el mismo móvil se dirige en la dirección de atropellar a cinco personas, pero éste  se puede desviar si desde un puente, debajo del cual pasa el tren y donde se halla la  misma persona X con otra, se empuja hacia la vía a ese otro individuo de contextura muy voluminosa. ¿Cuál sería el comportamiento en esta otra situación? Aquí se está en otra escena aparentemente análoga a la anterior, la muerte de una persona frente a cinco, pero hay una sutil diferencia, en este caso requiere la intervención directa de la persona X, por la que en este caso las personas en general prefieren no intervenir.

Digresión: La resolución del consejo universitario de la UNET 011/24-05-2021, podría ser analizada a la luz de este dilema. Toda vez que esta institución de alta querencia universitaria, sobre todo para los tachirenses, requiere con urgencia reactivarse, rescatarse, reformarse, en consonancia con la propuesta universitaria 6R. Se sugiere revisar también: http://www.unet.edu.ve/institucion/resoluciones-de-consejo.html

«No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el Reino de los Cielos.» (Mateo 5, 17-19)

La plenitud de la ley de Dios se sintetiza en una expresión de contenido altruista: “amaras al prójimo como a ti mismo(Gálatas 5:14). Nótese que el amor es esencial, lo que está en el centro de todo es el amor a Dios que nos dispone a amar al prójimo como a nosotros mismos, y en consecuencia la ley está estructurada y ordenada en términos del amor. No es cumplir los mandamientos lo que nos hace católicos, sino el amor a Dios y al prójimo lo que nos hace cumplir de manera natural, espontánea y de corazón los mandamientos.

Los fariseos creían que el cumplir la letra de la ley era lo que los hacia agradables ante los ojos de Dios, pero viene Jesús a decirles no, lo que les hace agradables a los ojos de Dios es que esa ley esté inspirada en el altruismo, porque cuando la ley se desliga de esta cualidad, termínanos en nombre de Dios atropellando al ser humano, avasallando la dignidad de otras personas. En nombre de la ley de Dios terminamos pisoteando al hombre. Por eso Jesús dijo, no está el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre. Pero cuidado porque tenemos otro extremo, y es que hoy la gente dice que basta amar a Dios y así se olvida de cualquier otro mandamiento. Por eso el Señor en el Evangelio de Juan capítulo 15 versículo 14 dice: “el que me ama guardará mi palabra”.

Entonces: el comportamiento altruista, contrapuesto a los principios de la biología evolutiva según la cual nuestra máxima es la supervivencia y la propagación de nuestros genes “egoístas” (Dawkins, 1976), se basa en el verdadero amor: “infinito e incondicional, en perenne amor oblativo o de  ofrenda  al Abba Padre (simbolizada en la devoción del Sagrado Corazón de Jesús), evoluciona progresivamente hacia la asimilación de los dones del Espíritu Santo, abarcando absoluta e indistintamente la capacidad (de amar) a todos los seres creados por Dios, y con todo ello se deja al margen o se anulan los sentimientos individualistas, de indiferencia y egoístas, y más aún la  concupiscencia y bajas pasiones, que lo único que logran es satisfacer  intereses codiciosos o ambiciosos que  depravan los valores  humanos desde la misma célula fundamental de la sociedad: la familia”.

En conclusión: pese a la existencia de “gente tóxica” que momento a momento se empecinan en hacernos la maldad y complicarnos la vida en lo individual y como grupos sociales (Stamateas, 2013), el ser humano es bueno por naturaleza, tiene una predisposición natural a hacer el bien: como la justicia, la equidad, la compasión, la empatía…el altruismo. Y en todo caso, en la misma línea de pensamiento de la novelista  Catherine Aird: “Si no puedes ser un buen ejemplo, tendrás que conformarte con ser una pésima advertencia”.

Digresión final: Se expresa con todas las letras, que el deterioro de la autoestima, el sentimiento de fracaso y el bloqueo del pensamiento lógico, que llevan a tener creencias irracionales y sobre todo la siembra constante de la cultura del miedo, han sido acciones persistentes de diferentes sectores políticos de todos los bandos (nacionales y extranjeros), que están plenamente identificadas como “personas toxicas”, sórdidas, de maldad extrema y mediocridad espiritual, que llevan años administrando las necesidades de la población, generando falsas expectativas, sembrando odio, contribuyendo con conocimiento o ignorancia a la instauración de un orden mundial sin Dios,  y manipulando la opinión pública para polarizar, y así sacar provecho particular de estas divisiones: con el apoyo y complicidades en lo interno de las mismas instituciones.  Así que antes de seguir dando espacio a la cizaña, demos cabida en nuestras vidas al amor del Sagrado Corazón de Jesús.

Referencias:

Fuente: “Perspectiva Económica y Académica Contemporánea”. UNET. Años: 2018 al 2021.

Pedro Morales. [email protected]  @tipsaldia. WhatsApp: +584168735028