Los habitantes del municipio Maturín, en el estado Monagas, aseguraron que el sueldo no les alcanza para comprar los alimentos de la Canasta Básica Alimentaria.
Expresaron que mientras el dólar no oficial siga subiendo la comida se pondrá más cara, pero cuando este indicador baja, los precios se mantienen.
En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias, dijeron que tienen que hacer «malabares» para llevar algo de alimento a sus hogares,
Ángela Camacho, residente de Maturín, dijo que todos los días el precio de la comida sube y eso le imposibilita comprar productos.
«Cada día la situación es mucho más difícil para los habitantes de Maturín, y sobre todo lo que dependemos de un sueldo mínimo, yo cada vez que cobro no puedo comprar, lo que me alcanza no me da para llevar una buena alimentación a mis hijos, cada día la situación se está normalizando porque la comida se consigue en todos lados, lo que no tenemos es para comprarla. El sueldo se vuelve sal y agua», declaró.
Para los maturineses cada día es más difícil comprar carne, pollo o cochino. Ellos sustituyen estas proteínas por sardina porque el dinero solo les alcanza para eso.
Por su parte, Yoselin Correa, comerciante del centro de Maturín, afirmó que el dinero que obtienen de las ventas es para mantener a sus hijos que están en edad escolar.
«Los subsidios que está dando el gobierno tampoco es que ayudan mucho. Para mí y mi familia la situación no ha mejorado en lo absoluto, no podemos comprar lo que queremos llevar a nuestra mesa, sino lo que alcanza nada más», comentó.
Joel López, trabajador del sector público, opinó que los 130 bolívares que cobra mensualmente no le alcanzan para nada, es por esa razón que ahora se dedica a realizar trabajos extras con el fin poder alimentar a su familia.
“He optado por realizar trabajos de jardinería, albañilería y todo lo que pueda hacer lo hago. Siempre es bueno tener otras entradas de dinero, porque esos 130 bolívares, no me alcanza para mantener a mis cuatro hijos y a mi esposa. Mucha gente tiene que decidir entre comprar medicinas o comprar comida, la situación ahoga nuestros bolsillos y nadie hace nada».