El Secretariado de Justicia Social y Ecología de la Compañía de Jesús celebró sus 50 años con la organización de un seminario sobre el Apostolado Social en Venezuela.
En el evento, representantes de la Compañía hablaron de los logros y desafíos que ha vivido el movimiento a lo largo de su historia.
El primero en tomar la palabra fue el padre José Virtuoso, quien recordó los hitos históricos del Apostolado en el país sureño.
Uno de ellos durante el proceso de modernización vivido entre 1938 y 1968, con la expansión de la presencia jesuita en el país.
En ese sentido, resaltó la fundación de Fe y Alegría en Caracas con el objetivo de atender a los sectores populares, a los que no había llegado la modernización con educación de calidad.
Virtuoso destacó que a partir de 1968, los jesuitas percibieron que Venezuela vivía una situación «de pecado estructural y violencia institucionalizada», a pesar de estar en un período de bonanza.
Desde ese momento, se enfocaron en acompañar directamente al pueblo e involucrarse en el mundo popular.
«A partir de los años 70 los jesuitas fuimos haciendo del mundo de los pobres, nuestro mundo. Es la apuesta con Fe y Alegría, así como con la Fundación Centro Gumilla, entre otras», dijo.
Volviendo a la actualidad, el actual rector de la Universidad Católica Andrés Bello consideró que entre 1998 y 2019, Venezuela se ha caracterizado por la exacerbación del rentismo populista, la clientelizacion del pueblo, el totalitarismo y la militarización de la vida pública.
Habló sobre la necesidad de defender la justicia social como constructora de equidad, reconocimiento del otro y derechos fundamentales y aseguró que tal justicia no existe «sin libertad y democracia».
Apostolado Social y Desafío Ambiental
Más adelante, el profesor José Benítez conversó con los participantes sobre la importancia del medio ambiente en el desarrollo social de Venezuela.
Benítez señaló que no existe separación entre la crisis ambiental y la crisis social, sino que son una sola y debe ser atendida de forma integral, «es una crisis humanitaria compleja», destacó.
Puso como ejemplo la situación de falta de agua potable que viven los venezolanos en diferentes regiones:
«En nuestro país las cuencas generadoras de agua están afectadas por la deforestación. En los últimos años #Venezuela perdió 2 millones de hectáreas de árboles», exclamó.
Además, el educador denunció que la explotación minera en la cuenca del río Caroní pone en riesgo la generación hidroeléctrica del país.
Igualmente, lamentó que Venezuela es un país contaminado, caracterizado por el uso no sostenible de los recursos y el daño constante al medio ambiente.
Educación y Fe para reconstruir el tejido social
Por otro lado, el Provincial de los Jesuitas en Venezuela, Rafael Garrido, consideró fundamentales los planes educativos como una propuesta de la Compañía para reconstruir al país.
Expresó a Radio Fe y Alegría Noticias que proyectos como el Programa Escuelas de Fe y Alegría, el Instituto Radiofónico Fe y Alegría y el Centro Gumilla apuestan por una educación de calidad para construir ciudadanía y justicia social.
También, destacó programas de promoción espiritual como el Movimiento Juvenil Huellas que buscan construir cristianos comprometidos con el bien común.
Para él, son la educación, la promoción social y la espiritualidad los estandartes para ofrecer esperanza y soluciones a los venezolanos.