Una tensa madrugada de este miércoles 12 de mayo con nuevos y virulentos enfrentamientos entre fuerzas militares israelíes y las milicias de Hamás de Palestina ha dejado casi 50 muertos y más de 80 heridos en lo que los analistas han calificado como una escalada de violencia que está lejos de parar.
Fuentes oficiales de ambos lados confirmaron que los ataques recíprocos han dejado hasta este martes 11 de mayo 43 palestinos muertos, entre ellos 13 menores de edad y 3 mujeres, más 5 israelíes, todos adultos.
El lanzamiento de cohetes de un lado y de otro hace prever que vendrán más tragedias para ambos pueblos, cuyos gobiernos siguen en una feroz y mortal disputa por el territorio cercano a Jerusalén.
Israel disparó docenas de ataques aéreos en el transcurso de unos minutos, contra la policía y las instalaciones de seguridad. Un muro de humo gris oscuro se elevó sobre la ciudad de Gaza. El Ministerio del Interior dirigido por Hamás dijo que los ataques aéreos destruyeron la sede central de la policía en la ciudad de Gaza, un complejo con varios edificios.
El Primer Ministro de Israel Benjamín Netanyahu pronunció un amenazante discurso este martes dirigido a los líderes de Hamás, entre ellos Ismail Haniya, a quien le advirtió que «nuestros tanques están concentrados en la frontera de Gaza, con artillería y apoyo aéreo listo. Ya hemos lanzado panfletos sobre la parte norte de la Franja de Gaza, advirtiendo a los civiles de nuestra inminente llegada y que deben evacuar hacia el sur de inmediato».
También agregó que «me duele profundamente que sus civiles se queden sin hogar. Pero no elegimos esta guerra; lo hiciste. Y si nuestra elección es entre permitir que nuestros ciudadanos sean atacados sin piedad por su salvajismo genocida o convertir a sus civiles en refugiados, lamento que debamos elegir lo último».
Por su parte, el grupo de Hamás de Gaza y otros grupos militantes han disparado de cientos de cohetes que en ocasiones han burlado el famoso sistema de defensas de misiles de Israel, llamado el Domo de Hierro, provocando que las sirenas y explosiones de los ataques aéreos resuenen en Tel Aviv, el área metropolitana más grande de Israel, y otras ciudades.
Mientras, la comunidad internacional es pesimista en torno a una pronta resolución del nuevo conflicto y teme que sea mucho más severo que la guerra de 2014 que duró 50 días con cientos de víctimas mortales y ciudades destruidas.