A pesar de catalogar como “difícil” su cumplimiento, Meyubel Arrieta, epidemióloga del municipio Machiques de Perijá del estado Zulia, ve con preocupación que el ciudadano común no esté acatando la cuarentena colectiva promulgada por el Ejecutivo Nacional.
A la gente «le ha costado cumplir las normas, aunque las haya memorizado”, cuestionó.
Arrieta criticó que, avanzado el aislamiento, todavía los trabajadores de los sectores priorizados no hayan ejercido medidas para prevenir el contagio de la COVID-19 como tener ingresos alternos a sus residencias o un espacio donde bañarse o quitarse la ropa tras cumplir con la jornada.
También reprochó que haya personas o grupos que mantienen sus actividades cotidianas fuera de casa, cosa que se ha evidenciado en los constantes reportes de procedimientos policiales en el que quedan registradas las acciones de los cuerpos de prevención y seguridad ante esto.
“Se nos olvidó que no debemos ir a misa, hacer reuniones o ir a velorios o entierros”, lamentó la funcionaria. Recordó además que esta patología ha contagiado a millones de personas y causado la muerte de otras tantas en todo el mundo.
En el casco central de Machiques, se aprecia casi todos los días la aglomeración de personas, sobre todo en ventas informales de víveres y verduras, donde ciudadanos apenas están protegidos con el tapabocas, del que el gobierno ha insistido en su uso.
Si es para estigmatizar, es mejor no saberlo
Destacó la especialista en epidemiología que “no es necesario” el conocer quién padece o no el nuevo Coronavirus o cuántos casos se han detectado si la intención es juzgar o discriminar a la persona contagiada.
“Lo que verdaderamente es necesario es que se tenga responsabilidad individual y consciencia social para cortar la cadena de transmisión”, insistió.