La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió flexibilizar las sanciones sobre algunos países ante la pandemia del Coronavirus.
Bachelet destacó que las mismas «deberían ser objeto de una reevaluación urgente, en vista de su posible repercusión negativa sobre el sector de la salud y los derechos humanos».
“Es fundamental que se evite el colapso de los sistemas sanitarios nacionales, tomando en cuenta cuenta la explosiva repercusión que eso podría tener en términos de muerte, sufrimiento y ampliación del contagio”, afirmó Bachelet.
“En este momento decisivo, las sanciones sectoriales deberían atenuarse o suspenderse, tanto por razones de salud pública como para reforzar los derechos y defender las vidas de millones de personas en esos países. En un contexto de pandemia mundial, las medidas que obstaculizan la atención médica en cualquier país incrementan el riesgo que todos afrontamos”, prosiguió.
Respecto a los ámbitos exentos de las sanciones, acotó que “deberían aplicarse de manera más amplia y eficaz, mediante la autorización rápida y flexible de suministrar equipos y material médico”.
Mencionó el caso de Irán, donde ya han fallecido unas 1.800 personas a causa del COVID-19, incluyendo 50 médicos.
También mencionó países como Cuba, la República Popular Democrática de Corea, Myanmar, Venezuela y Zimbabwe.
“En la mayoría de estos países los sistemas sanitarios se encuentran en situación de debilidad o fragilidad. El progreso en la defensa de los derechos humanos es fundamental para mejorar esos sistemas, pero las medidas que obstaculizan la importación de suministros médicos esenciales, -entre otras el exceso de celo de los bancos en el cumplimiento de las sanciones-, causarán perjuicios duraderos a las comunidades más vulnerables. La población de esos países no es responsable en modo alguno de las políticas que han motivado las sanciones y, en diverso grado, ya han tenido que vivir en condiciones muy adversas durante largos periodos”, dijo.
“Es de especial importancia la protección de la salud de los propios trabajadores sanitarios y las autoridades nunca deberían sancionar a los profesionales de la medicina porque estos señalen las deficiencias de que adolece la respuesta a la crisis”, declaró Bachelet.
Caso Venezuela
Sin embargo, la oficina que representa, destacó que los hospitales venezolanos experimentan cortes regulares de agua y electricidad, así como carencia de medicamentos, equipos, jabón y desinfectante desde antes de las sanciones.
Aunque agregó que la atenuación de las sanciones permitiría una mayor asignación de recursos para tratar y prevenir la epidemia.
Países no deben actuar en solitario
La Alta Comisionada llamó a la unidad de los dirigentes mundiales pues “la cooperación y la solidaridad internacionales son fundamentales en todo momento para promover los derechos humanos; y ahora también son vitales para promover los intereses nacionales de cada país”.
Bachelet señaló que los países sancionados deberían proporcionar información transparente, aceptar las ofertas de asistencia humanitaria y dar prioridad a las necesidades y los derechos de los sectores más vulnerables de la población.
Además, deberían aprobar medidas que ofrezcan a las organizaciones nacionales e internacionales las garantías necesarias para realizar su labor humanitaria sin interferencias.
“Ningún país puede combatir eficazmente esta epidemia actuando en solitario. Debemos proceder de manera solidaria, cooperativa y cuidadosa”, afirmó.