El Arzobispo de Calabozo, Monseñor Manuel Felipe Díaz, fue el encargado de realizar este miércoles 5 de enero la homilía de la Santa Misa en honor a la solemne bajada de la Divina Pastora en la Iglesia de Santa Rosa, ubicada en Barquisimeto, estado Lara.
Monseñor Díaz comenzó la prédica señalando que la bajada de la imagen de la Divina Pastora es señal de unión y cercanía entre Dios con el pueblo.
Asimismo, Monseñor pidió a la Divina Pastora por la salud del padre monseñor Hugo Basabe y de todas las personas que se encuentran padeciendo por la COVID-19.
La reflexión del Arzobispo continuó con el Evangelio sobre la visita de los reyes magos a conocer al profeta recién nacido hijo de Dios, llevándole consigo regalos al mesías. Igualmente, monseñor habló de la matanza que se dio en busca del profeta.
El Arzobispo agregó que dicho Evangelio es el símbolo de todo viaje que se realiza en actitud religiosa para convertirse y pedir misericordia.
Monseñor Manuel Díaz dijo que «el Evangelio convierte en predicadores de la fe cristiana. La epifanía tiene la misión de mostrarnos que Dios quiere salvarnos».
En su mensaje Monseñor Díaz preguntó sobre qué le van a ofrecer al Niño Jesús en esta Navidad, a lo que respondió «pues el señor no necesita lujos; él espera nuestro amor y servicio a los demás, en especial al necesitado».
A su vez el Arzobispo declaró que los devotos claman la celebración tradicional de las festividades de la Divina Pastora, ya que debido a la pandemia han tenido que realizarse a través de las redes sociales.
Sin embargo, dijo que la Iglesia debe procurar el bienestar de los millones de devotos y no exponerlos al contagio de la COVID-19.
Monseñor culminó la Homilía agregando que «queda llenarnos de paciencia y orar con insistencia a Dios con intercesión de la Virgen para que pronto nos veamos libre de la pandemia».