El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ingresó este domingo 9 de febrero al Parlamento, custodiado por militares y policías, algunos de los cuales también ingresaron al recinto, para dar inicio a una sesión extraordinaria sobre un polémico préstamo para financiar un plan de seguridad contra las pandillas.
«Vamos a dar inicio a esta sesión plenaria extraordinaria tal como lo establece el artículo 167 de la Constitución», señaló el mandatario, quien se ubicó en la silla que le corresponde al presidente del Congreso, Mario Ponce, que no se hizo presente a la convocatoria.
Desde el viernes Bukele convocó a los ciudadanos a presentarse este domingo a la sede de la Asamblea Legislativa para presionar y exigir la aprobación de dicho préstamo, que no ha sido avalado porque integrantes de la Comisión de Hacienda aseguran que el Ejecutivo no ha explicado con detalle en qué será ejecutado el dinero.
El mandatario salvadoreño llamó a la insurrección para exigir a los diputados del Parlamento a asistir a una sesión extraordinaria en la que se discutirá la aprobación de un crédito por 109 millones de dólares para el plan de seguridad nacional impulsado por el gobierno.
Pero los partidos que no apoyan su gestión se negaron a participar. El presidente condenó esta acción y la tildó de inconstitucional, por lo que llamó a la activación del artículo 87 de la constitución salvadoreña.
El llamado de insurrección de Bukele recibió el respaldo de la Policía Nacional y de las Fuerzas Armadas de El Salvador.
Este es el primer conato político en este año que Bukele sostiene contra quienes adversan su gestión al frente de la Presidencia de El Salavador que ganó a finales del año pasado.