Cambios pretorianos

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Oscar Arnal

 El único Estado en Venezuela que tuvo el nombre de un prócer civil hasta hace muy poco fue Vargas. El cambio es lamentable. El doctor José María Vargas fue uno de los hombres a quien Bolívar confió sus últimos deseos. Luego fue la persona que preparó sus restos y presidió la comisión que los trasladó de Santa Marta a Caracas.

 Quitarle el nombre de Vargas a la región que lo vio nacer, es prueba de una nueva arremetida contra el Poder Civil y parte de una época en la que la República Civil desaparece a costa de un régimen pretoriano.

 A los 16 años Vargas ingresó al Seminario Tridentino de Caracas. Al caer la Primera República fue sometido a prisión. Bolívar lo liberó a su regreso. En 1826 El Libertador designó al doctor Vargas rector, para restaurar la hoy Universidad Central de Venezuela. En el Congreso de Valencia fue una de las pocas voces que se alzan para defender al Libertador. Durante la Constituyente de 1830 salvó su voto al estar en desacuerdo con algunos planteamientos bolivarianos, lo que no obstante, no le impidió ser nombrado ese mismo año como su albacea. A pesar de no tener ambiciones presidenciales, encabezó el poder ejecutivo para el cual fue electo en febrero de 1835. El mismo año en julio estalló la Revolución de las Reformas. Narran historiadores que Carujo lo detiene expresando que “el mundo es de los hombres de armas, de los audaces y valientes” y Vargas le replicó “el mundo es del justo y del honrado. Del hombre de bien, del que vivirá feliz por tener paz en su conciencia». Páez repone a Vargas en el poder, pero un año más tarde presenta su renuncia irrevocable a la presidencia. Once años después de presidir el regreso de los restos del Libertador muere. En 1877 sus cenizas son trasladadas al Panteón Nacional como permanente ejemplo de virtudes cívicas. Como un homenaje a su memoria y por unanimidad la “República Civil” decidió darle su nombre a lo que fue la creación de un nuevo Estado. El 4 de julio del 2019, nueve días después de que Maduro en cadena confundió el nombre de Vargas con el de La Guaira, el régimen se lo cambió, atendiendo la iniciativa de quienes desgobiernan.

 De 1958 a 1998, nuestros presidentes civiles y los partidos se alternaron cada 5 años. Hoy tenemos 20 años seguidos con quienes pretenden gobernar manu militare hasta el infinito.