Junior García, un docente deltano que vive en Paloma, aseguró haber madrugado y arribó a pie al centro de Tucupita la mañana de este miércoles, solo para compra por Biopago con el bono que les otorgan a los trabajadores del sector educación.
El maestro García madrugó y caminó por dos horas desde Paloma hasta el centro, solo para comprar con el bono Simón Rodríguez. Se trata de un ingreso más en la Venezuela que corre, en la que todo cuenta con tal de estirar lo que se puede.
Este ciudadano asegura que la falta de efectivo para pagar el transporte lo obligó a caminar a las 4:30 de la mañana. Tuvo que hacerlo así porque no contaba con la comida para el desayuno de su familia.
Sin gas doméstico
El otro dilema es la crisis extendida y continua del gas doméstico en Tucupita que obliga a los deltanos a lidiar, incluso, contra la naturaleza porque las lluvias siguen cayendo en la entidad.
Cocinar a fogón sigue siendo la alternativa más utilizada por los deltanos cada vez que no cuentan con el servicio de gas doméstico. Deben recurrir a las leñas por los altos precios que mantiene una bombona llena de gas en el mercado paralelo o una cocina eléctrica.
José Benítez, un hombre que vive en la comunidad de Los Cocos, manifestó que cada vez que se queda sin gas, debe recurrir inmediatamente a las leñas. Él lo obtiene recorriendo una zona boscosa que está cerca de su sector.
“Cuando nos quedamos sin gas en mi casa, voy directamente a buscar leña y cuando llueve, tenemos que utilizar botellas de plástico para encender pequeñas fogatas”, manifestó el señor Benítez.