De acuerdo con el último informe sobre los efectos mortales de las severas inundaciones en el sur de Brasil, 169 personas han resultado muertas hasta el 27 de mayo.
Los reportes de meteorología indican que las precipitaciones volvieron y se mantienen con diferente intensidad desde el 24 al 28 de mayo. Es decir, durante los últimos cuatro días las lluvias volvieron y las inundaciones también despiertan más temores.
El retorno de las lluvias ocurre cuando el sur de Brasil todavía no puede dar pasos firmes hacia su recuperación. Las mayores afecciones se concentran en Río Grande do Sul donde la situación sigue siendo crítica.
El río Guaíba ha vuelto a superar los cuatro metros y en Porto Alegre, la capital de ese estado brasileño, se registran 26 puntos con alto riesgo de deslizamientos. Las calles que no están inundadas están abarrotadas de fango que crecen rápidamente con las lluvias.
Este panorama y las pérdidas humanas y materiales, sumadas a la incertidumbre sobre el futuro, han llevado a la población a experimentar un miedo muy notorio.
Los hospitales no dan para más
Mientras persiste la severa crisis ambiental y sus efectos, los centros sanitarios ven que sus capacidades están superadas. Incluso, hay quienes hablan de hospitales “devastados”.
Por su parte, las autoridades sanitarias reporten el aumentan vertiginosamente los casos de leptospirosis.
De acuerdo con los especialistas, la leptospirosis una enfermedad infecciosa transmitida a través de la orina de animales infectados, principalmente roedores.
Su letalidad es del 9% y, de momento, ya se han registrado al menos cuatro muertes, unos 50 casos confirmados y cerca de 800 personas están esperando un diagnóstico.
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