Tras reanudarse las protestas estudiantiles en Chile, su fuerza policial, Carabineros, volvió al centro de la controversia por las acusaciones de abuso policial que pesan en su contra.
El rechazo contra Carabineros empezó cuando sus agentes se enfrentaron a un grupo de estudiantes que manifestaban en la plaza Italia, de Santiago de Chile. Al acercarse, los jóvenes corrieron hacia el puente Pio Nono, sobre el río Mapocho, huyendo del cordón de seguridad.
Fue en ese momento cuando uno de los agentes policiales se encontró de frente con un estudiante de 16 años que, tratando de huir, terminó cayendo al río.
De inmediato, algunos medios de comunicación y organizaciones sociales condenaron el hecho, asegurando que el agente había lanzado al adolescente al río y exigiendo la renuncia del alto mando de Carabineros y la reforma prometida de la institución.
¿Cayó o fue lanzado?
La polémica revive al acercarse el 18 de octubre, aniversario del estallido social más grande que ha vivido el país en décadas, cuando la policía fue acusada de uso excesivo de la fuerza y las autoridades prometieron reformar el cuerpo.
Sin embargo, el caso del joven que cayó al río ha dividido la opinión de ciudadanos, analistas y políticos. Por un lado, quienes se oponen al gobierno chileno acusan a la policía de arrojar al muchacho, pero por el otro, algunas cámaras de seguridad parecen demostrar que se trató de un accidente y que el muchacho ya llevaba intención de saltar cuando el carabinero le alcanzó.
Aún así, el debate continua abierto, la evidencia de actuaciones condenables por parte de Carabineros sigue siendo clara y la promesa de una restructuración, para algunos, todavía no llega.