La directora de Cáritas de Venezuela, Janeth Márquez, informó que solicitaron a la Organización de Naciones Unidas que haga más visibles los informes de diagnóstico sobre la crisis venezolana.
Márquez aseguró a Radio Fe y Alegría Noticias que la desnutrición crónica aumentó a 35% según el cruce de información con otras organizaciones que también hacen estas mediciones como la Fe y Alegría y la Fundación Bengoa, que evalúan a otros grupos de niños.
Ellos «ya fueron afectados, se quedaron chiquitos. Que necesitan unas políticas públicas diferentes, que no es solo la alimentación que necesitan los niños normales. Necesitan de otros programas sociales porque no van a poder incorporarse a la educación básica ni a las universidades porque no van a tener capacidades».
Por otra parte, Márquez indicó que la tasa de desnutrición aguda en el país subió por encima del 15%, entre 3 y 5% más que en 2018. De ese modo, corroboró los números revelados por la nutricionista Susana Raffali.
Sin embargo, este porcentaje es apenas la media en 21 estados, mientras que en entidades como Sucre, la desnutrición aguda alcanza el 21%.
«A nosotros nunca se nos hubiera ocurrido decir que estaba pero empezamos a medir Sucre y hay todos los problemas: hay pobreza, grupos irregulares, trata (de blanca)… hay de todo», explicó.
Visibilizar la crisis
Márquez acotó que Cáritas y otras organizaciones se reunieron con el subsecretario general de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, para conversar sobre la emergencia humanitaria compleja que vive el país.
Comentó que en ocasiones, cuando la gente toma fotos a algunos sectores de Caracas en los que proliferan los «bodegones», tienden a pensar que Venezuela ha mejorado, lo cual, a su juicio, no es verdad.
«La situación del país no es mejor que en 2017. La gente está en peores condiciones, por lo tanto tiene que aumentar la ayuda humanitaria y la cooperación de cara hacia adentro», expresó, aclarando que la cooperación para los venezolanos en el exterior sí ha aumentado.
Por otra parte, aseguró que solicitaron que la organización haga incidencia en el gobierno nacional para que además de los diagnósticos haya soluciones.
«Necesitamos soluciones y necesitamos cambios de fondo en programas sociales y en políticas. Si no tenemos cambios de fondo, todo lo que hagamos la sociedad civil y Naciones Unidas seguirán siendo pañitos calientes», sentenció.
Con esa opinión se refirió al informe redactado por la Alta Comisionada en Derechos Humanos, Michelle Bachelet, considerando que no se le ha prestado la atención rápida que necesita la población venezolana que, a su juicio, ya no puede seguir esperando.
Para ella, lo que se ve en Caracas representa una «burbuja» que no refleja lo que se vive en el resto del país, en el que existen personas que mueren de mengua.