Desde el 2008 funciona la primera y única Cáritas parroquial indígena de Venezuela, conformada por miembros de la etnia yukpa, que junto con médicos, sacerdotes y religiosas atienden actualmente por desnutrición a niños de 0 a 5 años, madres embarazadas y mujeres lactantes.
La organización cumplió 14 años prestando servicio a las comunidades indígenas de la Sierra de Perijá, en el estado fronterizo Zulia.
Berta Moreno, indígena yukpa, coordinadora de la Cáritas parroquial El Tukuko, informó que desde el 8 de febrero del 2008 junto a la Cáritas de Machiques llevan adelante la misión de tender la mano al prójimo en la Sierra de Perijá.
Moreno indicó que desde septiembre de 2017 Cáritas parroquial de El Tukuko desarrolla el Sistema de Alerta, Monitoreo y Atención en Nutrición y Salud (SAMAN) que permite la detección temprana de los niños con riesgos de desnutrición, o ya desnutridos, para proporcionar seguimiento médico y nutricional.
“Desde entonces hemos tamizado 2.832 niños, menores de 5 años, de esos tamizados, 2.200 han entrado al programa con diagnóstico de desnutrición, esto es cerca del 80% de los tamizados», refiere Moreno.
Agregó que «hemos recuperado 1.990 niños, 4 han fallecido mientras estaban en el programa y tres han sido reincidentes, es decir, que se recuperaron, les dimos el alta, y posteriormente cayeron de nuevo en la desnutrición, pero finalmente, al volver al programa se recuperaron”.
La coordinadora aseguró que en la misión de El Tukuko existe un grupo de 21 voluntarios que por amor ofrecen su tiempo a los hermanos más necesitados de las comunidades.
“Son los voluntarios de nuestra Cáritas, la primera Cáritas parroquial indígena en Venezuela, donde todos sus voluntarios son indígenas, es decir, indígenas, dando su tiempo y llevando la palabra de Dios a los más necesitados de la Sierra de Perijá”, contó Berta a Radio Fe y Alegría Noticias.
Por su parte, el asesor y fundador de Cáritas El Tukuko Fray Nelson Sandoval, párroco de la zona, señaló que este año se pensó en reunir a los miembros beneficiarios y voluntarios para compartir en equipo una celebración sencilla, cargada de emoción, cariño, además de una eucaristía en acción de gracias y una olla comunitaria.
El fraile destacó que durante los 14 años la Cáritas indígena ha venido evangelizando, orando y trabajando por los más pobres de las comunidades Teraquibo, Sarapayi, Shitakay, Peraya, Shaparro, Marewa, Oropcho, Santa Lucía Koronayii, Ataposha, Yarapo, San Martín de Totayonto y Saimadoy .
“Hemos demostrado que los indígenas luchan y pueden llevar adelante el compromiso de la fe con los más necesitados”, subrayó Sandoval.